Final abierto Los resultados provisorios de la elección presidencial en Haití dan por ganador a un outsider de la política. El próximo presidente haitiano, Michel Martelly, era más conocido hace unos meses por sus canciones populares que bailaban los jóvenes que por su carrera política, que nació con la campaña electoral. No está claro cómo será su gobierno, pero sí que su victoria en las urnas es un castigo para la clase política haitiana, según varios especialistas en su país. El Consejo Electoral Provisorio (CEP) de Haití anunció que los resultados provisorios de la segunda vuelta electoral dan por ganador al cantante popular Michel Martelly. Así, el país finaliza un largo y doloroso proceso. En los resultados de la primera vuelta, Martelly había quedado tercero y fuera del balotaje. Luego, con una fuerte polémica como telón de fondo, el CEP siguió recomendaciones de la Organización de los Estados Americanos y dejó fuera de la segunda vuelta al candidato oficialista Jude Céléstin, quien había sido declarado segundo en votos. Lo sustituyó Martelly. Tanto en la primera vuelta como en la segunda hubo fraude. La liberal Mirlande Manigat, que, según el CEP obtuvo 31,74% de los votos frente a 67,57% de Martelly en el balotaje, dijo ayer en conferencia de prensa que esos resultados fueron manipulados y reclamó elecciones confiables en el futuro. Sin dejar claro si pensaba impugnar el resultado, dijo que seguirá "luchando". En conferencia de prensa, Martelly anunció ayer al pueblo haitiano "una nueva era" que se comprometió a trasformar en "la página más bella de [su] vida". Varios especialistas consultados por la diaria coinciden en señalar la condición de recién llegado a la política de Martelly. Inclinado a la derechaEl politólogo uruguayo Julián González, coordinador del proyecto "Haití-Uruguay, promoviendo la cooperación Sur-Sur", estimó que si los resultados se confirman, "son muy contundentes y sólo pueden ser interpretados como un 'castigo' del electorado a la decepcionante performance de la elite política haitiana". Consideró que es "una verdadera incógnita" cómo será el gobierno de Martelly, aunque "sus antecedentes, su perfil de outsider y lo poco que se conoce respecto a sus reales proyectos e intenciones parecen definirlo como un populista con inclinaciones de derecha y algunas viejas vinculaciones con el ancien régime duvalierista". Por otro lado, destacó que fue "el candidato que manifestó opiniones más críticas hacia la Misión de Paz de Naciones Unidas [Minustah] y la 'comunidad internacional'". Aunque agregó que no se sabe si "una vez instalado en el gobierno" va a guardar "coherencia con esas declaraciones". El politólogo considera que es probable que haya buscado "sintonizar con un descontento social generalizado y difuso -además de justificado- de la mayoría de los haitianos". Respecto a la gobernabilidad con la que podría contar Martelly, González destacó que "no cuenta con apoyos sólidos en el Parlamento", dominado por el partido del presidente saliente, Inite, ni con "una mínima organización política". A esto agregó "la inexistencia de apoyos sociales visibles", aunque no descartó que puedan existir o surgir. Estos datos no permiten "augurar mínimos niveles de estabilidad política e institucional", sentenció. González agregó que una vez que el Parlamento nombre al primer ministro y que éste organice el gobierno, se sabrá con más certeza cuáles son "los verdaderos apoyos políticos y sociales del presidente". Por otro lado, señaló un aspecto institucional que sigue sin resolverse: "las potestades y competencias" del presidente y del primer ministro "no están, clara e inequívocamente, definidas". Esto fue hasta ahora, según explicó, "un factor de parálisis gubernamental permanente". Por lo tanto, cómo resolverá Martelly "este asunto -de forma institucionalmente respetuosa o de manera autoritaria- tendrá consecuencias serias". González destacó que el principal desafío de Haití es construir "instituciones públicas eficaces, eficientes y por tanto legítimas". Renovación haitianaEl periodista haitiano Cyrus Sibert, responsable del blog Réseau Citadelle, también opinó, en diálogo telefónico con la diaria, que la victoria de Martelly demuestra "una voluntad popular de castigar a la clase política haitiana", porque "no tiene ideas ni proyectos". Destacó que el pueblo se arriesgó al elegir a "un outsider en lugar de seguir en el inmovilismo", algo que, en su opinión, "es bueno para la democracia" porque "el pueblo tomó conciencia de su poder". El periodista relató que durante los festejos callejeros en la noche del lunes, hora haitiana, un joven se alegró de que "obligaron a [el presidente saliente René] Préval a vomitar a Jude Céléstin y a tragarse a Michel Martelly". Sin embargo, el periodista agregó que esa toma de conciencia popular del peso que tiene la gente en las calles también es "peligrosa" porque "se espera mucho del presidente [Martelly], que hizo muchas promesas", y si esas promesas no se cumplen, "el pueblo volverá a hablar". Advirtió que no se le dio a Martelly "poder por el poder", sino "poder para cambiar las cosas". Respecto a la gestión política que puede desarrollar el cantante, Sybert espera "grandes cambios" en materia de seguridad. También estimó que, a diferencia de los anteriores gobernantes que tuvo Haití, Martelly también mostrará un nuevo enfoque "en términos de apertura para las empresas y los inversores". Esto se debe, según el periodista, a que el político tiene su mayor base de apoyo entre los "jóvenes de 15 a 25 años" que "consumen productos culturales occidentales, y quieren participar de la economía". El bloguero haitiano calificó a Martelly de "enlace" entre diversos grupos sociales porque "viene de la clase media, es conocido en los sectores populares, tiene contactos en la burguesía y amigos tanto entre los duvalieristas como en Lavalas", que es un sector tan amplio, poderoso y diverso como puede ser el peronismo en Argentina. "Final abierto"Henry Boisrolin, un haitiano exiliado en Córdoba desde la dictadura de los Duvalier -François y su hijo Jean Claude- y que coordina el Comité Democrático Haitiano en Argentina, aportó una mirada muy distinta. Antes que nada, puntualizó que en Haití "no hubo elección sino una especie de selección dominada por los ocupantes del país", que son "unos grupos de enorme poder económico y de fuego". Luego destacó que Martelly "declaró hace poco que él no tenía problemas en contratar al [ex] dictador [Jean Claude] Duvalier entre sus consejeros" y que "reconoció que a los 15 o 17 años tenía ya su carné de tonton makoute [de partidario de la dictadura o integrante de sus milicias] y argumentaba que era para su protección". Para Boisrolin, "la situación sigue siendo compleja y hay un final abierto ya que Martelly es incapaz de resolver los acuciantes problemas que aquejan a la inmensa mayoría" del pueblo. El militante social haitiano concluyó que con la elección del cantante "la recolonización de Haití logró cumplir un nuevo deseo y avanzó en su proyecto". Los resultados definitivos de las elecciones están previstos para el 16 de abril y el nuevo presidente debe asumir el 14 de mayo. ____________________ "La vraie reconstruction d'Haïti passe par des réformes en profondeur des structures de l'État pour restaurer la confiance, encourager les investisseurs et mettre le peuple au travail. Il faut finir avec cette approche d'un État paternaliste qui tout en refusant de créer le cadre approprié pour le développement des entreprises mendie des millions sur la scène internationale en exhibant la misère du peuple." Cyrus Sibert Reconstruction d'Haïti : A quand les Réformes structurelles? Haïti : La continuité du système colonial d'exploitation prend la forme de monopole au 21e Siècle. WITHOUT REFORM, NO RETURN ON INVESTMENT IN HAITI (U.S. Senate report.) |
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