A senhora Myrlande é médica e mãe de três filhos. Nunca pensava em deixar o seu país, o Haiti. Porém, depois da última visita do presidente brasileiro, Luiz Inácio Lula da Silva, na quinta-feira, 25 de fevereiro, mudou de idéia.
Numa declaração, a profissional haitiana disse: "se a comunidade internacional adotar a posição de Lula para canalizar as ajudas através do governo corrupto de René Preval, deixarei este país definitivamente com minha família". (Fonte: http://www.reseaucitadelle.blogspot.com/).
Existem muitas preocupações acerca da gestão de 197 milhões de dólares utilizados pelo governo do Presidente Preval, depois dos furacões [ocorridos] no ano de 2008. Desde o ano passado, o senhor Roberto Marcelo, diretor da "Comissão de Estado sobre as Licitações Públicas", foi seqüestrado, não há notícias e nenhuma reação houve do atual governo.
O periódico americano, "USA Today", acabou de denunciar, na semana, passada os conflitos de interesses do Ministro do Turismo, Patrick Delatour, membro da família presidencial, chefe do comitê governamental de reconstrução, como proprietário de uma importante "firma de construção" [empreitera]. (Fonte: http://www.usatoday.com/news/world/2010-02-23-delatour_N.htm).
É nestas circunstâncias que a diplomacia brasileira, sem nenhuma reserva, defende o atual governo sob os critérios de governo eleito. Segundo muitos analistas, a diplomacia brasileira considera a democracia mais como um fim, que um meio para promover o desenvolvimento, o progresso e o bem estar econômico dos povos. [No entanto], a democracia, sem o respeito das leis e das instituições constitui uma perversão, que degenera em populismo e desordem institucional.
No atual contexto geopolítico, a diplomacia brasileira se deu a missão de posicionar-se como uma potência ética, contra os interesses hegemônicos dos EUA na região. Seu papel no Haiti consistiria em facilitar um diálogo sincero entre os setores vivos da sociedade haitiana para um projeto de desenvolvimento de longo prazo e não em brindar apoio a um governo tido como falido e corrupto.
O presidente Lula tem de mudar o paradigma, se quiser colocar a diplomacia brasileira à altura de suas expectativas e pretensões geopolíticas. Com a atual postura, esta diplomacia vai navegar sempre entre o fracasso e a ortodoxia ideológica, como o demonstrou a gestão diplomática brasileira no "golpe de estado" [Movimento Político] em Honduras, no ano passado. ORIGINAL POLÍTICA INTERNACIONAL – Haití: La diplomacia brasileña entre el fracaso y la ortodoxia ideológica
La Señora Myrlandees médica, madre de tres hijos, nunca pensaba dejar a su país, Haití. Pero después de la última visita del Presidente brasileño, Lula Da Silva en Haití el jueves 25 de febrero, ha cambiado de ideas. En una declaración, la profesional haitiana dijo "Si la comunidad internacional adopta la posición de Lula para canalizar las ayudas a través del gobierno corrupto de Rene Preval, dejare el país definitivamente con mi familia". (Fuente: http://www.reseaucitadelle.blogspot.com/).
Todavía existe muchas preocupaciones acerca de la gestión de 197 millones de dólares utilizados por el gobierno del Presidente Preval después de las huracanes en el año 2008. Desde el año pasado, el Sr Roberto Marcelo, director de la comisión de estado sobre las licitaciones públicas, ha sido secuestrado sin noticias y sin ninguna reacción del actual gobierno. El periódico americano, USA Today, acaba de denunciar la semana pasada los conflictos de intereses del Ministro del Turismo, Patrick Delatour, miembro de la familia presidencial, jefe del comité gubernamental de reconstrucción como propietario de una importante firma de construcción. (Fuente: http://www.usatoday.com/news/world/2010-02-23-delatour_N.htm)
Es en estas circunstancias que la diplomacia brasileña sin ninguna reservas defiende al actual gobierno bajo los criterios de gobierno electo. Según muchos analistas la diplomacia brasileña considera a la democracia más como un fin, que un medio para promover el desarrollo, el progreso y el bienestar económico de los pueblos. La democracia sin el respeto de las leyes y de las instituciones constituye una perversión que genera en populismo y desorden institucional.
En el actual contexto geopolítico la diplomacia brasileña si tiene en la misión de posicionarse como una potencia ética en contra de los intereses hegemónicas de los Estados Unidos en la región. Su papel en Haití tenía que consistir a facilitar un dialogo sincero entre los sectores vivos de la sociedad haitiana para un proyecto de desarrollo de largo plazo, no brindar apoyo a un gobierno fallido y corrupto. El Presidente Lula tiene que cambiar de paradigma si quiere colocar a la diplomacia brasileña a la altura de sus expectativas y pretensiones geopolíticas. Con la actual postura, esta diplomacia va a navegar siempre entre el fracaso y la ortodoxia ideológica como lo ha demostrado la gestión diplomática brasileña del golpe de estado en Honduras el año pasado. |
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